DIRECCION
Calle Predicadores, 115
50003 Zaragoza
Zaragoza (Aragón)
Teléfono 976 44 67 66
Fax 976 44 65 62
INSTALACIONES
- Ayudas técnicas
- Baño geriátrico
- Biblioteca
- Capilla
- Enfermería
- Gimnasio
- Jardín
- Sala de televisión / estar
- Sala de visitas
- Sala polivalente
- Atención religiosa
- ATS/DUE propio
DESCRIPCION
Centro, sin ánimo de lucro, gestionado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y concertado con el Instituto Aragonés de Servicios Sociale (plazas para asistidos). Cuenta con veintiocho empleados para gestionar un total de cincuenta plazas, de las cuales treinta están concertadas con el Instituto Aragonés de Servicios Sociale (plazas para asistidos). Las habitaciones están dotadas con:
- Terraza
- Timbre en baño
- Teléfono
- Calefacción
- Aire acondicionado
- Timbre de llamada / interfono
- Cuarto de baño
- Cama articulada
- Suelo antideslizante en baño
- Oxígeno
El centro atiende tanto a personas dependientes como independientes.
Requisitos de admisión:
- Personas mayores con pensiones mínimas.
- Sin bienes personales.
- Problemática fuerte familiar y social (los ancianos más pobres).
El centro ofrece los siguiente servicios:
- Conferencias
- Estimulación cognitiva
- Excursiones
- Fiestas o baile
- Fisioterapia
- Masaje terapéutico
- Peluquería
- Podología
- Servicio de acompañamiento
- Servicio de transporte
- Terapia ocupacional
- Trabajador social
- Voluntariado
HIJAS DE LA CARIDAD DE SAN VICENTE DE PAUL.
Nació en el Siglo XVII, el 29 de Noviembre de 1633. En respuesta a la llamada de Dios en su tiempo, San Vicente y Santa Luisa fundaron la Compañía de las Hijas de la Caridad para servir a Jesucristo en los pobres con espíritu de humildad, sencillez y caridad.
Fieles a su bautismo y al espíritu de los Fundadores, las Hijas de la Caridad, continuan disponibles para ese servicio y las nuevas y crecientes necesidades de hoy, haciendo realidad el carisma de San Vicente y de Santa Luisa: “Servir a Jesucristo en la persona de los Pobres”.
La Hija de la Caridad es la sierva que se da a Dios para el servicio de Cristo en el pobre corporal y espiritualmente en castidad, pobreza y obediencia. Estos votos son no-religiosos, anuales y siempre renovables cada 25 de Marzo, día de la Encarnación.
Hoy en los cinco continentes las Hijas de la Caridad viven su misión de servir a Dios en la persona de los pobres en Comunidad de vida fraterna; este estilo de vida nos enriquece y da fuerzas para trabajar unidas en favor de los más pobres.
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